Pasa que cuando te alejas de un lugar, de una persona, de un grupo de gente, de un entorno conocido, te duele un poco el cambio.
Te sientes un poco perdido, desorientado, buscas tu propio camino.
Quieres encontrarte, quieres saber quién eres, qué quieres. Quieres hacerlo por tus propios medios, sin que nadie influya en tus pensamientos.
Pasa que decides alejarte y buscas otro lugar, otra persona, otro grupo de gente, otro entorno, que te permita definirte, que te permite conocerte.
Puede que pienses en aquello que dejaste y lo eches de menos, puede que pienses que todo tiempo pasado fue mejor.
Y entonces, decides volver.
Resulta que en el lapso de tiempo que estuviste alejado de tus "raíces" (por decirlo de alguna manera), lograste descubrir cosas de ti mismo que no pensabas que existían, lograste encontrar algunas respuestas (nunca todas).
Al volver al lugar de siempre, a la persona de siempre, al grupo de siempre, al entorno de siempre... te parece que nada es igual.
Que te miran diferente, que te tratan distinto, que las cosas que tenían en común ya no lo son tanto. Llegas a descubrir cosas que no te gustan de ese pasado, y piensas que mejor estabas lejos.
Pero no entiendes qué pasó. Qué cambió. Por qué ellos son diferentes, por qué no te tratan igual que siempre.
No te das cuenta que tal vez todo sigue igual, que nadie cambió, salvo tú.
Tal vez creciste sin darte cuenta, ampliaste tus horizontes, tu visión del mundo y tu modo de ver las cosas.
Ahora eres distinto, y ya no encajas.
Tal vez sientas que no encajas en ningún lugar. Aunque lo intentas, intentas volver a lo que eras. Pero te das cuenta de que ese tipo de cambios es irreversible. Ya no puedes quedarte ahí, tienes que seguir adelante.
Así que vuelves a alejarte, tal vez ahora de forma definitiva.
Porque es cierto, tú cambiaste, pero ellos no aceptaron tu cambio. No cambiaron contigo.
Los lugares siguen iguales, acogedores, tranquilos, pero no es lo mismo para ti.
Las personas siguen tratándote igual, pero no es lo que necesitas.
Los grupos de gente siguen con su misma actitud, pero ya no te acomoda.
Los entornos siguen envolviéndote, pero no eres tú, ya no.