viernes, 26 de febrero de 2010

Retazos de ficción: cuando menos lo esperas...


Años. Pasaron años. Hasta que lo encontré.

Lo había intentado de todas las formas posibles, en todas las variantes.
Lo había intentado tanto, que desistí luego de un tiempo.
Sí, me rendí.

Años. Pasaron años.

Muchas personas desfilaron frente a mis ojos.
Muchos veranos pasaron frente a mi vida.
Muchas olas, partidos de fútbol, recuerdos, fotografías mentales.

Años. Pasaron tantos años, que casi ya lo había olvidado.

Pero todo vuelve.
El círculo se cerró y volvió al comienzo.
Tuve una revelación, un impulso, una idea.

Años. Años sin encontrar una respuesta.

Pero lo encontré.
Sólo para descubrir que nada había cambiado, que todo seguía igual.
Pero estaba algo equivocada después de todo.

Años. Años engañada.

Por una letra, por una palabra mal escrita, malinterpretada.
Pero han pasado tantos años, tanto tiempo, que me pregunto si vale la pena.
¿Valió la pena? Valió la pena... ¿y ahora qué?

Años. Seguirán pasando años.

Pero ahora todo tiene sentido.

Retazos de ficción: quédate a mi lado





















Vueltas y más vueltas. Una mezcla de cansancio y alcohol. Las palabras, las risas, las miradas se confunden. Vueltas, todo da mil vueltas.

Nosotros damos vueltas, y felizmente me sostienes, porque sino caería, mareada por tantas vueltas. Vueltas, vueltas y más vueltas.

La música me llama, las luces me confunden. Y tú estás cerca, cerca, en medio de tantas vueltas.

Puede que la música se apague. Puede que las vueltas paren, agradezco que paren. Puede que estés más lejos y esto llegue a dejar de ser real, para convertirse en un recuerdo.
Puede que ya nada siga igual, pero puedo cerrar los ojos y revivir el momento.

Todo da tantas vueltas, que puede que nos encontremos de nuevo. Dando vueltas y más vueltas. Puede que entre vuelta y vuelta, vuelvas.

martes, 23 de febrero de 2010

Divagaciones vol. XXXV "momento"


Puede que a veces pienses que no perteneces a un lugar y lo único que quieres hacer es desaparecer de ahí, darte la vuelta y volver a donde nadie te puede ver.

A veces estamos equivocados.
A veces estamos en el lugar correcto en el momento correcto.
A veces, no hay mejor lugar para estar en el que estamos parados.

A veces, solo tenemos que arriesgarnos y avanzar.
A veces, solo tenemos que disfrutar del momento.
A veces, solo tenemos que dejarnos llevar por nuestros instintos.

Puede que te espere algo mucho mejor de lo que te imaginas.
Puede que te lleves un par de sorpresas.
Puede que pases la mejor noche de tu vida.

lunes, 15 de febrero de 2010

Divagaciones vol. XXXIV "no es lo mismo ni es igual"


Pasa que cuando te alejas de un lugar, de una persona, de un grupo de gente, de un entorno conocido, te duele un poco el cambio.
Te sientes un poco perdido, desorientado, buscas tu propio camino.
Quieres encontrarte, quieres saber quién eres, qué quieres. Quieres hacerlo por tus propios medios, sin que nadie influya en tus pensamientos.

Pasa que decides alejarte y buscas otro lugar, otra persona, otro grupo de gente, otro entorno, que te permita definirte, que te permite conocerte.
Puede que pienses en aquello que dejaste y lo eches de menos, puede que pienses que todo tiempo pasado fue mejor.

Y entonces, decides volver.
Resulta que en el lapso de tiempo que estuviste alejado de tus "raíces" (por decirlo de alguna manera), lograste descubrir cosas de ti mismo que no pensabas que existían, lograste encontrar algunas respuestas (nunca todas).

Al volver al lugar de siempre, a la persona de siempre, al grupo de siempre, al entorno de siempre... te parece que nada es igual.
Que te miran diferente, que te tratan distinto, que las cosas que tenían en común ya no lo son tanto. Llegas a descubrir cosas que no te gustan de ese pasado, y piensas que mejor estabas lejos.

Pero no entiendes qué pasó. Qué cambió. Por qué ellos son diferentes, por qué no te tratan igual que siempre.
No te das cuenta que tal vez todo sigue igual, que nadie cambió, salvo tú.

Tal vez creciste sin darte cuenta, ampliaste tus horizontes, tu visión del mundo y tu modo de ver las cosas.
Ahora eres distinto, y ya no encajas.

Tal vez sientas que no encajas en ningún lugar. Aunque lo intentas, intentas volver a lo que eras. Pero te das cuenta de que ese tipo de cambios es irreversible. Ya no puedes quedarte ahí, tienes que seguir adelante.

Así que vuelves a alejarte, tal vez ahora de forma definitiva.
Porque es cierto, tú cambiaste, pero ellos no aceptaron tu cambio. No cambiaron contigo.

Los lugares siguen iguales, acogedores, tranquilos, pero no es lo mismo para ti.
Las personas siguen tratándote igual, pero no es lo que necesitas.
Los grupos de gente siguen con su misma actitud, pero ya no te acomoda.
Los entornos siguen envolviéndote, pero no eres tú, ya no.

jueves, 11 de febrero de 2010

Divagaciones vol. XXXIII "a veces no quiero avanzar"


¿Alguna vez has estado caminando hacia algún lugar determinado sin querer realmente ir hacia ahí?
Hay veces que lo que te lo impide es el miedo a algo, miedo a lo desconocido, miedo a enfrentarte a algo que no quieres, a enfrentar alguna consecuencia desastrosa.

Hay veces en que, tal vez no te espera nada realmente malo. Probablemente todo esté en tu imaginación, pero aún así, sientes que cada paso que das es un paso hacia tu condena. Sientes que cada vez que alzas un pie, te pesa más.

Miras hacia abajo, y no puedes creer que estés avanzando a pesar de tu voluntad. Pero lo haces, estás avanzando. No lo puedes impedir, aunque quieras. Sientes, en cada fibra de tu ser, que está mal, que no es lo correcto para ti.

Quieres retroceder, quieres quedarte quieto un momento. Quieres gritar.
No lo haces.
Sigues adelante.

Resulta que sigues vivo después de todo. Resulta que lo que no te mata, te hace más fuerte. Resulta que descubres que el karma está de tu lado después de todo, o lo que sea.

Y sobrevives.
Y sigues luchando.
Avanzas... a pesar de todo, porque es lo que sabes hacer.

domingo, 7 de febrero de 2010

Acerca de una partida


Admito que enterarme que Emilio Lafferranderie, "el Veco" había fallecido, fue una noticia que me impactó bastante.

No sé si alguna vez les ha sucedido que están tan acostumbrados a la presencia de ciertas personas, que los creen "inmortales". Es decir, que siempre estarán ahí, que seguirán ahí a pesar de que pasen los años, como si no pasaran en realidad. Pero el tiempo sí pasa, y pasa la gente también.

La voz del Veco me acompañó durante toda mi vida escolar. Me explico.
Desde que entré al colegio hasta que terminé, mi papá me llevaba todos los días en la mañana y siempre ponía RPP noticias (te informa primero! jaja) y siempre, a la hora que me llevaba, era el informe deportivo del Veco.

Con su timbre de voz particular, narraba las noticias deportivas del día y en realidad no había día en que no lo escuchara.
Cuando terminé el colegio, dejé de escuchar RPP a esa hora, dejé de escuchar su voz por la radio, pero sabía que seguía ahí.

Un día lo vi en televisión, no tenía idea de que "él" era "él". Es decir, no relacionaba para nada su cara con su voz. Aún ahora no puedo hacerlo, me parecen entidades totalmente distintas.

Si bien dejé de escuchar su voz, leía sus columnas deportivas en Deporte Total del Comercio. Seguía existiendo para mí. Siempre me gustó leer lo que escribía.

Ahora no está más entre nosotros. Se fue su rostro, se fue su voz, se fueron sus palabras del mundo real. Pero en realidad creo que siempre recordaré esa frase que él siempre decía luego de terminar su informe en RPP: hasta luego Raúl (a Raúl Vargas) y él, siempre respondía: hasta la tarde, Veco.

Hasta siempre, Veco :)

miércoles, 3 de febrero de 2010

...


Quiero dejar de pensar.
A veces me dan periodos de sequía mental en el cual no me vienen ideas acerca de nada.
No se me ocurre acerca de qué escribir.

He leído un libro sobre el cual tal vez haga una entrada, tal vez. No es mala idea.
Tengo sueño y me duele la cabeza.

Creo que debo buscar algo que hacer.
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