Si me conoces en persona, y desde hace tiempo, probablemente la mayor parte del tiempo pienses que tengo siempre un plan, o todo resuelto metodológicamente en mi cabeza.
Lamento informarte que (y si me sigues en Twitter, darás fe de eso), no es verdad. Yo también he estado perdida. Soy medio bipolar y, como todo ser humano, creo que está en mi naturaleza.
He tenido varias crisis existenciales y dilemas vocacionales antes y durante mi carrera universitaria. Cuando terminé el colegio (y creo que lo he dicho antes), no estaba muy segura de lo que quería hacer. Terminé (auto-pseudo) convenciéndome de que la administración era lo mío y me repetía a mí misma: es otro tipo de administración, es Administración de Servicios.
A la mitad de la carrera, cuando se dio el boom de las redes sociales, cruzó por mi mente la (no tan) loca idea de dejarlo todo y cambiarme a, no sé, comunicaciones probablemente. No lo hice.
Terminé mi carrera. Me gradué. Soy Bachiller en Administración de Servicios. Trabajé en un banco y en una escuela de maestrías. Miré dónde estaba parada y me sentí perdida.
En ese momento me pregunté: ¿puedo hacer lo que realmente me gusta, sobrevivir ganando dinero con eso y, además, aplicando algo de lo aprendido por 5 años en la universidad? Luego de varias divagaciones, dudas y demás, me respondí: SÍ.
Las siguientes preguntas fueron: ¿y qué es lo que quiero? ¿Qué me gusta? ¿Soy buena en eso? No fue fácil responderlo. Les mentiría si les dijera que la respuesta me cayó del cielo. Leí, me informé, investigué y saqué mis propias conclusiones. Me probé a mí misma en varios aspectos hasta que lo tuve más o menos claro.
Dejé mi último trabajo luego de 3 meses y medio, al darme cuenta de que no era lo mío y no veía mi futuro en eso. Me arriesgué. Decidí que ya no aceptaría un trabajo simplemente porque no quería estar “desempleada” o porque me daba buena plata. Al menos, por ahora, esa no es mi prioridad.
Decidí que quería buscar chamba en el rubro que me gusta. Si tuviera que definir mis intereses con hashtags, sería algo así: #comunicaciones #marketing2.0 #redessociales #socialmedia. Y a eso fui. Y ahora, en eso estoy.
Estoy empezando un camino nuevo, interesante, que me apasiona desde el inicio y creo que tengo la motivación de sobra para seguir adelante. A mis 22 años he descubierto que está permitido sentirse perdido y, a veces, así como jugando, como quien no quiere la cosa, se encuentra el propio camino.