Nunca pensé escribir una entrada acerca de Dios.
No sé qué percepción tienen ustedes de la religión, o de Dios. Pero acá va la mía.
Hoy andaba por la calle y miré al cielo. Habían nubes, pero estaba iluminado, así como se le ocurre estar al cielo en estos días. Pensé ¿dónde encontrar a Dios? Realmente, ¿dónde está Dios? ¿Dónde puedo encontrarlo, que no sea dentro de una Iglesia?
La respuesta me vino por sí sola. Vi una mano (literalmente, en un afiche publicitario de Movistar. No, no es broma, no estoy haciendo burla de nada, en serio) y pensé: y qué si la mano de Dios se nos aparece así, de la nada, en el cielo?
La gente que no cree en Dios creería en Él así por las buenas? No creo. Probablemente busquen excusas, que pueden llegar a caer en la irracionalidad o insensatez, pero no empezarán a creer en Alguien así de la nada.
En fin, estaba yo parada en esa avenida transitada, mirando el cartel y preguntándome ¿dónde está Dios? cuando sentí el viento despeinar mi pelo como diciendo: mira, acá estoy. Sentí los últimos rayos de sol como diciendo: hasta luego, mañana nos vemos.
No sé por qué, simplemente sonreí. Lo he escuchado muchas veces, y sé que muchos también: Dios está en todos lados. Hoy, no puedo decir que me convencí de ello, pero pude reafirmarlo una vez más.
“You can’t see it, but you can feel it” – A Walk to Remember (una película con Mandy Moore y Shane West).
Foto propia
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