Debo admitir que me considero una persona bastante afortunada la mayor parte del tiempo. Si bien algunas veces me pasa una que otra "cosa mala", creo firmemente que todo pasa por alguna razón y que es mejor así.
Puedo argumentarlo con un ejemplo tan sencillo como esperar el micro verde en el paradero. Me ha pasado varias veces que quiero subirme a un micro, intento que pare y se pasa y no para por mi. Después de maldecir un poco al conductor o al cobrador xD espero al siguiente micro pacientemente y me subo...
¿Dónde está lo afortunado? Bueno, más de una vez ha sucedido que en el camino veo al micro que iba delante (sí, el que me abandonó) parado, o bien porque le han puesto una multa, o bien porque se malogró. Es en ese tipo de momentos en los que me siento afortunada.
Muchas veces me pongo a pensar si las decisiones que he tomado son correctas. A veces llega un punto en que pienso que me he equivocado, que he debido hacer o decir otra cosa, pero ya es demasiado tarde. Lo hecho, hecho está. En realidad, puede que me haya equivocado muchas veces, pero si no lo hubiera hecho, tal vez ahora no estaría donde estoy ahora, haciendo las cosas que hago ahora. No hubiera aprendido lo que he aprendido ni hubiera adquirido toda la experiencia necesaria para afrontar futuras situaciones. Por ese tipo de momentos, me siento afortunada.
Considero que tengo gente maravillosa a mi alrededor. Los que forman parte de mi familia sanguínea, los que forman parte de mi familia extendida. No me imagino como sería mi vida sin los amigos que tengo y realmente agradezco a la vida por aquellas circunstancias diversas que me han hecho encontrar y conocer a esas personas. Hay gente que conoces un día y pueden ser tus amigos toda la vida. Hay amigos intermitentes, que van y vienen, pero sabes que siempre están ahí. Están aquellos que no ves muy seguido, pero cuando los ves, es como si nunca se hubieran separado. Por los momentos que hemos compartido, me siento afortunada.
Reconozco que a veces tengo ideas descabelladas, que puedo hacer locuras o decir cosas sonsas. Tengo la suficiente buena suerte como para haber encontrado personas que me comprendan en medio de mi propia incomprensión. Tengo convicciones, algunas extrañas, pero las mantengo con firmeza. Algunas veces me siento confundida o desorientada, pero siempre intento encontrar el camino que me lleve de regreso a la cordura. Por los momentos en que eso sucede, me siento afortunada.
No he tenido ningún golpe de suerte en un sorteo grande donde te puedes ganar un carro o un departamento. Ningún artista famoso ha tocado a mi puerta para decirme que quiere que le componga una canción para su próximo disco, ni Pedro Almódovar ha venido a decirme que quiere contratarme para su siguiente película. Por los momentos en que pienso lo divertido que sería eso, me siento afortunada.
Tengo muchas metas en la vida y varios proyectos que quisiera lograr. Algún día quisiera escribir un libro o componer una canción en serio. Me gustaría hacer algo por la sociedad, escribir algún artículo para un periódico o revista importante. Me gustaría poder viajar por el mundo y tomar miles de fotos. Quisiera que la gente me reconozca por el trabajo que hago, pero también porque puedo hacer más cosas aparte de trabajar. Quisiera conocer a aquella persona con la que decidiré pasar el resto de mi vida, y vayamos en busca de nuestros sueños. En el momento en que logre todo eso, me sentiré más que afortunada.