Es un instante.
En el que sientes un frío inexplicable que viene de no sabes dónde.
Aunque haga calor tu temperatura corporal baja irremediablemente.
Sientes que toda la sangre huye de tu rostro.
Y se deposita en tus pies.
Es una sensación de desvanecimiento, que sin embargo no llega.
Sigues despierto.
Tus ojos siguen abiertos.
Y luego nada.
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