Lima está desastrosamente trágica en cuestiones de tránsito. Definitivamente.
Al parecer es una tendencia y una moda que todos decidan hacer sus obras al mismo tiempo (en épocas de elecciones tenía que ser) y las calles sean una desgracia.
Desde Aviación con el tren eléctrico, pasando por las desviaciones en Javier Prado con Guardia Civil, Angamos/Primavera y las "ampliaciones" de pista y un largo etcétera... la congestión de carros aumenta por todos lados, el mal humor de los conductores también, y el tiempo que uno pasa sentado en un micro, carro, o lo que sea, es demasiado...
En fin, muchas veces me provoca bajarme y llegar a mi destino caminando, cosa que puedo hacer cuando estoy en el micro, pero si estoy manejando sería un poco complicado (e irresponsable de mi parte) dejar el carro en medio de la pista e irme... (Sería divertido, pero creo que no lo haría)...
Ayer me pasó algo divertido con unas amigas :) divertido ahora, en ese momento fue bastante frustrante en realidad...
Íbamos a L'Artisan, un café nuevo que han abierto en la avenida Primavera. ¿A quién se le ocurre ir a comer a las 8:30 de la noche a un lugar por esa zona en esta época? Bueno, era por el cumpleaños de Quelo, así que como buenas amigas, fuimos :)
Para no "coger tráfico", Carla, Lía y Ana Lucía pasaron por mí un poco después de las 8:30... hasta ahí todo bien, porque en realidad no había tráfico. Tuvimos que pasar por Maya en el camino (en la esquina de Velasco Astete, donde está la tienda de Sony). Y bueno... ahí nos perdimos un poco.
En lugar de seguir una cuadra más, volteamos a la derecha... y bueno, nos encontramos en una calle cerrada (previo paso por un policía que hizo señas, pero Ana Lucía dijo: pasaaaa nomás!) que resulta que estaba en el lado OPUESTO al que debíamos haber estado. Problema. Nos metimos en la pista del centro siguiendo a un carro que "probablemente sabía por donde ir". Bueno, no lo sabía. Una policía lo hizo dar la vuelta y se fue. Nosotras estábamos atrás un poco perdidas sin saber a donde ir y la policía vino a nosotras y nos gritó por no ver la zanja que había en la pista y que, obviamente, no iba a dejarnos pasar por ahí.
Dimos la vuelta, avanzamos pensando que en algún momento podríamos voltear para la derecha y cruzar al otro lado. No, estaba cerrado también. Salimos por donde vinimos y nos encontramos con el primer policía que, medio en serio y medio en broma nos dijo: yo les iba a preguntar a dónde iban pero no me hicieron caso! y han estado dos horas dando vueltas!... (exageró, no fueron dos horas, sólo 15 minutos...).
Bueno, nos dijo cómo llegar al otro lado (en teoría): izquierda, avancen, izquierda. Le hicimos caso y llegamos a San Luis... queeee... estaba cerrado también! Ni modo, dimos la vuelta, otra vuelta... y estaba cerrado ese lado también, así que terminamos en el mismo punto en San Luis, otra vez. Avanzamos otra vez hasta el Pentagonito (donde habíamos estado hacía media hora) y a Carla se le prendió el foquito y dijo: ya sé como ir!!!!
Después de muchísimas vueltas pudimos llegar al lado correcto de Primavera :) y al restaurante :)... ¿A qué hora fue eso? 10 de la noche. Definitivamente las calles cerradas complican la vida. Y creo que ni un GPS podría determinar todas las rutas que actualmente se encuentran bloqueadas y, por lo tanto, no disponibles.
Voy a pensarlo dos veces la siguiente vez que tenga que ir por esos lados. Estudiaré un mapa, evaluaré rutas alternativas, o tal vez estacione el carro al otro lado de la Primavera y cruce caminando :) Eso hubiera sido simplemente más rápido.
1 comentario:
Sin duda esta es el tipo de post del que hablabas hoy. Esos bien profundos, que no entendias por que ciertas personas lo leerian. xD
Mi identidad sera mantenida en reserva por razones obvias.
Publicar un comentario