A veces tienes un plan, o una convicción, o qué se yo. A veces piensas que tu vida se dirige a algún lado en particular, pero sucede algo repentino, algo inesperado, que te descuadra totalmente y te hace ver las cosas desde otra perspectiva.
A veces ni siquiera has planeado nada, pero los acontecimientos que te presenta la vida no te los hubieras imaginado ni en mil años.
Cuando la vida se sale del guión preestablecido, o incluso de aquel guión inexistente, a veces sólo nos queda improvisar.
A veces no estás seguro de cómo seguir, de cuál será el siguiente paso. La gente te inunda de preguntas sin respuesta, te atormenta con comentarios fuera de lugar.
A veces la mejor solución es no hacer nada, a veces es mejor hacer algo. Eso no lo sabe nadie, ni siquiera tú.
Tu vida es una obra en la que el único protagonista, guionista y productor eres tú. Tú decides lo que harás, lo que dirás, cómo actuarás. Tú decides si armarás un speech con anticipación para no perderte y no quedarte sin nada que decir, o si irás improvisando conforme interactúas con el otro y conforme evolucionan tus emociones.
Hoy he decidido salirme de guión. He decidido que no me importa que piensen que estoy loca. He decidido que ya no tengo nada que perder. El único plan es empezar, luego vamos a improvisar.
2 comentarios:
Esta muy bueno este post. Me gusto mucho.
Y cuando tienes un problema o algo, no hay que echarle la culpa a los demás. Simplemente hay que reescribir el guión.
gracias por el comentario :)
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